Wednesday, January 28, 2015

Enferma de No-Amor



Historias, canciones, .... siempre hablando del amor y sus múltiples beneficios, virtudes y alegrías.
Hablamos del desamor y de las heridas que nos dejan, del dolor profundo que nos provoca y del vacío que sentimos de pronto cuando todo el amor que volcaste en alguien, de pronto deja de ser una realidad actual y pasa a ser una hiriente realidad del pasado.

¿Pero qué pasa con el "no-amor"? El "no-amor", porque es así como he sentido la necesidad de llamarlo, es esa sensación que provoca la dolorosa necesidad de amar; la necesidad de dar, por encima de la necesidad de recibir. Por supuesto me refiero a las relaciones entre dos personas, sean hombre o mujer, ya que el humano que necesita amar, ama en cada cosa que hace y con cada persona de su entorno a quien precie. La persona que ama, ama la fugaz sonrisa del caminante con quien se cruza por la mañana, la palabra honesta y la naturaleza que le rodea.

Pero vuelvo al "no-amor", y el dolor que produce. Un dolor comparable al del desamor, pero sin el ingrediente de la decepción. Un vacío comparable al del desamor, pero sin el ingrediente de la sorpresa negra. Un desamor con conocimiento de causa, con resignación y sin sorpresa, con la monotonía de la aceptación. El deseo de perderse en una mirada, el disconfort de sentir la caricia que no estás recibiendo, que no estás dando. El querer dar, entregar con cariño, poniendo el corazón en ello, pero sin destinatario para tus emociones.

Amar, sin amar, sin un amado o amada. 

A veces deseas no haber sabido qué es el amor para así no lamentar la ausencia de ella. Sí, dichoso el que pudo amar; pero a la vez qué infortunio el tener tanto que dar  y no poder.

(Sí, soy un ser emocional... y a veces las emociones bullen)

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